El robo de contraseña, junto con el uso de claves débiles o reutilizadas, sigue siendo la principal causa de filtraciones de datos relacionadas con la piratería informática. Para los ciberdelincuentes, es una forma eficaz y probada de acceder a los recursos de TI de cualquier empresa. Con miles de millones de credenciales expuestas disponibles en la dark web, encontrar contraseñas comprometidas se ha vuelto más fácil que nunca.
Los atacantes buscan siempre el mayor beneficio con el menor esfuerzo posible. Por eso, reforzar la seguridad y evitar el robo de contraseñas mediante políticas robustas añade barreras que dificultan sus intentos.
Existen múltiples tipos de ataques basados en contraseñas —desde fuerza bruta hasta técnicas de ingeniería social— y conocerlos es clave. Comprender cómo se produce el robo de contraseña y aplicar buenas prácticas permite mitigar los riesgos, implementar sistemas de seguridad que permitan responder con agilidad ante cualquier incidente.
¿Cómo se roba una contraseña?
El robo de una contraseña es un tipo ciberataque que busca obtener acceso no autorizado a sistemas, redes o cuentas. Para lograrlo, los atacantes se aprovechan de contraseñas débiles, reutilizadas o filtradas. Estos ataques suelen formar parte de campañas más amplias orientadas a comprometer infraestructuras, escalar privilegios o sustraer información sensible.
Ocho tipos de ataques de contraseña
El robo de contraseñas puede ejecutarse mediante distintas técnicas, clasificadas según la estrategia utilizada. A continuación, se describen los métodos más frecuentes:
Los ataques por reutilización de credenciales aprovechan contraseñas filtradas en brechas de datos previas. Los ciberdelincuentes emplean combinaciones conocidas de usuario y contraseña en distintos servicios, una técnica comúnmente llamada relleno de credenciales.
- Los ataques por búsqueda exhaustiva intentan adivinar contraseñas probando todas las combinaciones posibles (fuerza bruta) o mediante listas predefinidas de contraseñas habituales o expresiones comunes (ataques de diccionario).
- Los ataques por interceptación de red consisten en capturar contraseñas mientras se transmiten por canales inseguros. Esto incluye ataques de intermediario (Man-in-the-Middle), rastreo de paquetes y suplantación de DNS.
- Los ataques de craqueo fuera de línea se dirigen a hashes de contraseñas o bases de datos cifradas obtenidas tras comprometer sistemas. Se emplean herramientas como las tablas arco iris para descifrarlas sin conexión.
- Los ataques por adivinación de contraseñas utilizan datos personales o patrones predecibles para acertar claves, como nombres, fechas o combinaciones sencillas. La técnica de pulverización de contraseñas prueba una misma clave en múltiples cuentas para evitar bloqueos.
- Los ataques de ingeniería social se basan en engañar al usuario para obtener voluntariamente sus credenciales. Incluyen métodos como el phishing, correos fraudulentos o llamadas de suplantación de identidad.
- Los ataques de vigilancia observan las acciones del usuario para registrar contraseñas sin que lo sepa. Se valen de keyloggers, miradas furtivas (shoulder surfing) o cámaras ocultas que graban el proceso de autenticación.
Técnicas de hackeo de contraseñas
El hackeo de contraseñas engloba diversas técnicas utilizadas por ciberdelincuentes para obtener acceso no autorizado a sistemas protegidos. Estas tácticas evidencian la complejidad del panorama de amenazas actual, que demanda medidas sólidas y una vigilancia constante en materia de ciberseguridad. Comprender los principales tipos de ataques permite a personas y organizaciones aplicar estrategias concretas para prevenir accesos indebidos y reforzar la seguridad de sus credenciales.
Ataque de fuerza bruta
El ataque de fuerza bruta consiste en realizar múltiples intentos automatizados para descifrar una contraseña. Es una técnica sencilla pero efectiva, en la que los ciberdelincuentes utilizan software especializado para probar variaciones de letras, números y símbolos hasta encontrar la combinación correcta.
Dado que probar todas las posibilidades puede llevar tiempo, los atacantes priorizan contraseñas comunes o cortas. Si conocen los requisitos del sistema (como el número mínimo de caracteres), ajustan sus intentos para optimizar el proceso.
Ataque de registrador de teclas
Un keylogger es un tipo de spyware que registra la actividad del usuario mediante el registro de las pulsaciones del teclado. Los ciberdelincuentes utilizan keyloggers para robar diversos datos confidenciales, desde contraseñas hasta números de tarjetas de crédito. En un ataque de contraseña, el keylogger registra no solo el nombre de usuario y la contraseña, sino también el sitio web o la aplicación donde se utilizan esas credenciales, junto con otra información confidencial.
Los keyloggers pueden ser de hardware o de software. Dado que instalar hardware en un dispositivo requiere mucho trabajo adicional, es más probable que los actores de amenazas instalen malware en un ordenador o dispositivo incitando al usuario a hacer clic en un enlace o archivo adjunto malicioso. Algunos keyloggers también vienen incluidos en software (como aplicaciones gratuitas) que los usuarios descargan de sitios web de terceros.
Ataque de diccionario
Este tipo de ataque de contraseña forma parte de los métodos por fuerza bruta. En lugar de probar todas las combinaciones posibles, se utiliza una lista de contraseñas comunes y términos habituales (conocidos como palabras de diccionario).
Los atacantes también incluyen variaciones con sustituciones de caracteres (por ejemplo, cambiar «o» por «0») o combinaciones con nombres de mascotas, personajes famosos o datos personales.
Relleno de credenciales
Los ataques de relleno de credenciales son similares a los ataques de fuerza bruta, ya que los atacantes utilizan el método de prueba y error para obtener acceso. Sin embargo, en lugar de adivinar contraseñas, utilizan credenciales robadas. El robo de credenciales se basa en la suposición de que muchas personas reutilizan sus contraseñas para múltiples cuentas en diversas plataformas.
A lo largo de los años, numerosas vulneraciones de sitios web y servicios en la nube han provocado el compromiso de una gran cantidad de credenciales. Una sola vulneración importante de un proveedor puede generar millones de cuentas de víctimas, que los ciberdelincuentes luego venden, alquilan o regalan en la dark web.
Los atacantes utilizan el relleno de credenciales para verificar qué contraseñas robadas siguen siendo válidas o funcionan en otras plataformas. Al igual que con los ataques de fuerza bruta, las herramientas automatizadas hacen que estos ataques de contraseñas sean increíblemente exitosos.
Man-in-the-middle
Un escenario de intermediario involucra a tres partes: el usuario, el atacante y el tercero con el que la persona intenta comunicarse. En un ataque de contraseña, los ciberdelincuentes suelen suplantar la identidad de un tercero legítimo, a menudo mediante un correo electrónico de phishing.
El correo electrónico parece auténtico y puede falsificar la dirección de correo electrónico del tercero para despistar incluso a usuarios más astutos. Los atacantes intentan convencer al destinatario de que haga clic en un enlace que dirige a un sitio web falso pero de apariencia auténtica, y luego obtienen las credenciales cuando el usuario inicia sesión.
Intercepción de tráfico
La intercepción de tráfico permite a los atacantes monitorear redes no seguras para capturar datos transmitidos, incluidas contraseñas. Esto es frecuente en conexiones Wi-Fi públicas o páginas web sin cifrado (HTTP).
Incluso conexiones cifradas (HTTPS) pueden ser vulnerables mediante técnicas como el secuestro de SSL, donde el atacante se posiciona entre el usuario y el servidor para obtener la información transmitida.
Phishing
El phishing es una de las técnicas más utilizadas para el robo de contraseñas. Los ciberdelincuentes emplean diversas tácticas de phishing e ingeniería social, como simular correos electrónicos o mensajes falsos que imitan a entidades legítimas, con el objetivo de que el usuario proporcione sus credenciales. Además, suelen ir acompañados de llamadas telefónicas (vishing) o SMS (smishing).
Los ataques de phishing suelen generar urgencia para el usuario. Es por eso que los correos electrónicos a menudo afirman un cargo de cuenta falso, vencimiento del servicio, un problema de TI o recursos humanos, o un asunto similar que es más probable que atraiga la atención de la persona.
Pulverización de contraseñas
La pulverización de contraseñas es una variación de los ataques por fuerza bruta que intenta contraseñas comunes en muchas cuentas, en lugar de muchas contraseñas en una sola cuenta.
Este enfoque evita bloqueos por múltiples intentos fallidos, ya que los atacantes limitan la frecuencia y el número de intentos por cuenta. Es especialmente efectivo en organizaciones grandes con numerosos usuarios.
Prácticas recomendadas de ciberseguridad para reducir el robo de contraseñas
A pesar de que los ataques a contraseñas son uno de los tipos más comunes de ciberataques, se pueden prevenir. Una estrategia de ciberdefensa bien planificada combinada con herramientas y programas de ciberseguridad reduce materialmente el riesgo y el impacto de los ataques a contraseñas.
Defensa contra ataques de contraseña
Las mejores estrategias de ataque a contraseñas comienzan con la comprensión de los riesgos comunes de seguridad de las contraseñas y una evaluación de las vulnerabilidades de las contraseñas. Una vez que se han identificado las brechas o debilidades de seguridad, los equipos de seguridad y TI deben determinar qué herramientas y procesos existentes se pueden aprovechar como parte de la defensa y considerar cómo se pueden optimizar y reforzar.
Prevención ante el hackeo de contraseñas
La mejor forma de prevenir los ataques de contraseña es aplicar prácticas sólidas de higiene y gestión de contraseñas en toda la organización. Los entornos mal protegidos y con configuraciones laxas de seguridad resultan mucho más atractivos para los ciberdelincuentes oportunistas.
Una defensa eficaz frente al robo de contraseñas requiere una combinación estratégica de políticas internas, herramientas especializadas y marcos de ciberseguridad que refuercen la capacidad de la empresa para detectar, mitigar y evitar filtraciones de datos.
Políticas de defensa contra ataques de contraseñas
- Requerir contraseñas seguras que sean largas (por ejemplo, más de 12 caracteres), complejas, habituales y únicas para cada sitio web o cuenta.
- Cambiar contraseñas cuando se sospecha una filtración
- Implementar autenticación multifactor cuando sea posible
- Usar un administrador de contraseñas para simplificar la administración de contraseñas y garantizar un almacenamiento seguro
- Limitar el acceso a cuentas privilegiadas y agregar capas de seguridad adicionales para esas cuentas
- Educar a todos los empleados y a cualquier otra persona con acceso a los recursos de la organización sobre la seguridad de las contraseñas también permite la prevención
Herramientas para prevenir ataques de contraseñas
- Autenticación multifactor (MFA): herramientas de autenticación o autorización de accesos que requieren que los usuarios presenten múltiples formas de verificación (p. ej., contraseñas, biometría, tokens de hardware) para iniciar sesión
- Gestión de acceso privilegiado (PAM): herramientas que protegen, monitorean y administran cuentas privilegiadas
- Hash y salting de contraseñas: herramientas que almacenan contraseñas de forma segura mediante la aplicación de algoritmos de hash fuertes (p. ej., bcrypt, Argon2) con sales únicas que hacen que los ataques de descifrado sin conexión, como las tablas arcoíris, sean ineficaces
- Limitación de velocidad y mecanismos de bloqueo de cuentas: herramientas que limitan los intentos de inicio de sesión o bloquean temporalmente las cuentas después de varios intentos fallidos
- Monitoreo de detección de anomalías: herramientas que monitorean proactivamente los intentos de autenticación y detectan comportamientos inusuales
- Mecanismos seguros de restablecimiento de contraseñas: herramientas que garantizan la seguridad de los procesos de recuperación de contraseñas
- Segmentación de red: división de los recursos de red en segmentos aislados para limitar el daño causado por credenciales comprometidas y evitar el movimiento lateral
- Autenticación continua: evaluación continua de la identidad del usuario mediante señales contextuales (p. ej., postura del dispositivo, geolocalización, biometría del comportamiento)
Ejemplos reales de robos de contraseñas
Los recientes incidentes relacionados con el robo de contraseñas demuestran la importancia de contar con medidas de ciberseguridad sólidas y actualizadas. A continuación, se presentan tres casos relevantes que reflejan cómo distintas técnicas de ataque pueden tener un impacto grave en organizaciones de diferentes sectores.
Filtración de datos de 13cabs (marzo de 2025)
La empresa australiana de transporte 13cabs identificó un acceso no autorizado a sus aplicaciones, lo que expuso potencialmente datos personales de los usuarios, incluidos nombres de usuario, números de teléfono y direcciones. Según los análisis, el incidente estuvo relacionado con un ataque basado en robo de credenciales reutilizadas, probablemente obtenidas en filtraciones anteriores.
Ataque de ransomware contra Parascript (agosto de 2024)
Parascript, LLC, una empresa de procesamiento inteligente de documentos (IDP) con clientes en sectores que generan y gestionan información confidencial (p. ej., banca, seguros, atención médica y gobierno), sufrió un ataque de ransomware. En este ataque de contraseñas, que permitió el acceso no autorizado a información confidencial de los consumidores, incluidos los números de la seguridad social, los atacantes utilizaron credenciales comprometidas para infiltrarse en los sistemas.
Ataque de Midnight Blizzard a Microsoft (enero de 2024)
El grupo de hackers conocido como Midnight Blizzard, vinculado al gobierno ruso, logró acceder a cuentas corporativas de Microsoft mediante un ataque de pulverización de contraseñas (password spraying). Aprovechando contraseñas comunes y prácticas de seguridad débiles en cuentas de prueba, los atacantes extrajeron correos electrónicos y documentos de alto valor pertenecientes a directivos y empleados de los departamentos legal y de ciberseguridad de la compañía.
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